La ropa protectora está diseñada para evitar el contacto directo de un contaminante químico con la piel o el cuerpo del usuario. Sin embargo, no existe un único material que ofrezca protección contra todas las sustancias. Como resultado, las prendas de varias capas pueden emplearse en situaciones específicas a pesar de su impacto negativo sobre la destreza y la agilidad. El CPC está diseñado para brindarle al usuario un grado conocido de protección contra un tipo conocido, una concentración conocida y una duración conocida de exposición a un material peligroso, pero solo si se ajusta correctamente y se usa correctamente. Un equipo mal utilizado puede exponer al usuario a peligros. Otro factor a tener en cuenta al seleccionar CPC es que la mayoría de la ropa protectora está diseñada para ser impermeable a la humedad, limitando así la transferencia de calor del cuerpo a través de la evaporación natural. Este es un factor particularmente importante en ambientes calurosos o para tareas extenuantes, ya que este tipo de prendas pueden aumentar la probabilidad de sufrir lesiones relacionadas con el calor. Actualmente se están realizando investigaciones para desarrollar trajes ligeros que sean transpirables pero que sigan protegiendo contra una amplia gama de productos químicos. Los chalecos refrigerantes a veces se utilizan en situaciones de clima cálido para mantener la temperatura corporal normal, pero con resultados mixtos.
Esenciales para cualquier conjunto de protección son las botas resistentes a productos químicos con puntera y caña de acero. También se deben usar guantes con capas interiores y exteriores resistentes a productos químicos. Se deben consultar las tablas de compatibilidad para determinar el tipo apropiado de botas y guantes a usar, ya que actualmente ningún material brinda protección contra todos los químicos conocidos. El uso de varias capas de guantes afecta la destreza y dificulta la realización de aspectos básicos de la evaluación del paciente (p. ej., comprobar la respiración, tomar el pulso) sin una práctica constante.
La eficacia del CPC se puede reducir mediante tres acciones: degradación, permeación y penetración.
Degradación química Se produce cuando las características del material en uso se alteran por contacto con sustancias químicas o por envejecimiento. Ejemplos de degradación incluyen agrietamiento y fragilidad y otros cambios en las características estructurales de la prenda. La degradación también puede dar como resultado una mayor tasa de permeación a través de la prenda.
Penetración Es el proceso por el cual los compuestos químicos cruzan la barrera protectora del CPC debido a la difusión pasiva. La velocidad a la que un compuesto penetra en el CPC depende de factores tales como las propiedades químicas del compuesto, la naturaleza de la barrera protectora en el CPC y la concentración del producto químico en la superficie del material protector. La mayoría de los fabricantes de CPC proporcionan gráficos sobre el tiempo de penetración, es decir, el tiempo que tarda una sustancia química en permear el material de un traje protector para una amplia gama de compuestos químicos.
Penetración Se produce cuando hay una abertura o un pinchazo en el material protector. Estas aberturas pueden incluir costuras no selladas, ojales y cremalleras. A menudo, estas aberturas son el resultado de una fabricación defectuosa o de problemas con el diseño inherente del traje.
La ropa de protección está disponible en una amplia variedad de formas, que van desde trajes de cuerpo completamente encapsulados hasta guantes, cascos, tapones para los oídos y cubrebotas. El CPC viene en una variedad de materiales y ofrece una variedad de protección contra una variedad de productos químicos. El personal médico de emergencia debe evaluar las propiedades del producto químico versus las propiedades del material protector. La selección del CPC apropiado dependerá de las sustancias químicas específicas involucradas y de las tareas específicas que se realizarán.