El ciclo de vida de un tornado normalmente consta de 3 etapas:
De día o de noche: rugido o estruendo fuerte y continuo, que no se desvanece en unos segundos como un trueno. Noche: pequeños destellos brillantes, de color azul verdoso a blanco, al nivel del suelo, cerca de una tormenta (a diferencia de los relámpagos plateados en las nubes). Estas líneas eléctricas malas están siendo destrozadas por un viento muy fuerte, tal vez un tornado.
Y además, incluso el olor a tornado: si estás en el lugar adecuado, percibes un fuerte olor a hierba recién cortada o, en ocasiones, si se ha destruido una casa, a gas natural. A veces se percibe ese olor a tierra cruda, similar al que produce si se pasa una topadora por un terreno abierto.
Un tornado es una columna de aire que gira violentamente y que está en contacto tanto con la superficie de la Tierra como con una nube cumulonimbus o, en casos raros, con la base de una nube cúmulo.
Los tornados se forman cuando el aire cálido y húmedo choca con aire frío y seco. El aire frío, más denso, es empujado sobre el aire cálido, lo que suele producir tormentas eléctricas. El aire caliente asciende a través del aire más frío, provocando una corriente ascendente. Cuando toca el suelo, se convierte en tornado. Identificando los peligrosos torbellinos de la naturaleza: