Problemas de disco

Entre cada una de las cinco vértebras (huesos) lumbares hay un disco, una almohadilla fibrosa resistente que absorbe los impactos. Las placas terminales recubren los extremos de cada vértebra y ayudan a mantener los discos individuales en su lugar. El exceso de presión espinal puede hacer que estos discos se compriman hasta romperse. La hernia de disco ocurre cuando el anillo se rompe o se agrieta, permitiendo que el núcleo escape. Esto se llama hernia de disco.

Los factores que aumentan el riesgo de hernia de disco incluyen:

  • Las opciones de estilo de vida, como el consumo de tabaco, la falta de ejercicio regular y una nutrición inadecuada, contribuyen sustancialmente a la mala salud del disco.
  • A medida que el cuerpo envejece, los cambios bioquímicos naturales hacen que los discos se sequen gradualmente, lo que afecta su fuerza y resistencia.
  • La mala postura combinada con el uso habitual de una mecánica corporal incorrecta tensiona la columna lumbar y afecta su capacidad normal para soportar la mayor parte del peso del cuerpo.

Degeneración del disco: Los cambios químicos asociados con el envejecimiento hacen que los discos se debiliten.

Prolapso: la forma o posición del disco cambia con un ligero impacto en el canal espinal. También llamado bulto o protuberancia.

Extrusión: el núcleo pulposo, similar a un gel, atraviesa el anillo fibroso pero permanece dentro del disco.

Secuestro o Disco Secuestrado: el núcleo pulposo atraviesa el anillo fibroso y se encuentra fuera del disco en el canal espinal (HNP).

Combine estos factores con los efectos del desgaste diario, las lesiones, el levantamiento incorrecto o la torsión y es fácil entender por qué un disco puede herniarse. Una hernia puede desarrollarse repentina o gradualmente durante semanas o meses. ¡Levantar algo incorrectamente puede hacer que la presión del disco aumente a varios cientos de libras por pulgada cuadrada!

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