La exposición dérmica a esta sustancia química puede provocar enrojecimiento y ampollas en la piel, y la exposición al vapor y al líquido puede causar irritación en los ojos y la piel y también puede provocar problemas respiratorios. Los niveles de toxicidad aguda pueden variar según el método de exposición, y esto se ha demostrado mediante pruebas con animales. Las pruebas han demostrado que la ingestión y la exposición dérmica pueden provocar una toxicidad aguda moderada, mientras que la inhalación puede provocar una toxicidad aguda baja.